Quiero que alguien salir con alguien,pero no con cualquiera. Quiero salir con alguien que quiera enamorarme, que hoy vea mi corazón desilusionado y me ayude a reanimarlo. Quiero que alguien me abrace fuerte y me haga sentir protegida y contenida. Quiero sentirme deseada de nuevo, sentirme atractiva con mi gordura y mis cicatrices. Quiero sentirme acompañada, ver la sonrisa de ese alguien y sonreír por ella. No tengo tiempo para malas experiencias, no quiero llorar por amor, pero me duele el corazón y el olvido. Qué triste que es querer a alguien y que ese alguien, literalmente, deje de quererte de un día para otro. Duele demasiado y no sé qué hacer con estos sentimientos. ¿Habré sido tonta? Tal vez. ¿Perdí la esperanza?... No lo sé...
·~Laugh & Tears~·
"Sing with me, Sing for the year Sing for the Laughter, Sing for the Tear Sing with me, If it's just for today Maybe tomorrow, The good Lord will take you away" Aerosmith - Dream On
jueves, 6 de abril de 2017
jueves, 29 de diciembre de 2016
Volviendo a escribir...
Hola a todos los lectores, sé que ha pasado más de un año en que no publico nada de nada y de verdad que lo lamento. Pero como es fin de año y tengo un asunto en la cabeza que no me puedo sacar, quiero empezar a escribir con un conteo de las cosas importantes de mi vida.
Hace 8 años empecé a leer mangas yaoi (cómics japoneses de temática homosexual entre hombres) y poco después empecé a escribir fanfictions. Hace 5 años salí del colegio para pocos meses después entrar en la universidad y estudiar arquitectura. Duré solamente 2 años en la carrera, dentro de los cuales empecé el tratamiento para mi depresión. Luego me cambié a estudiar traducción y voy por los 3 años invicta (es decir, sin reprobar una materia).
Bueno, este conteo fue sobre actividades de mi vida o algo así, pero de todos modos me pareció interesante de escribir. En tan solo 8 años he vivido mi vida y experimentado un sinnúmero de sucesos. Salir del colegio fue un gran paso. No me atrevo a decir que mi vida escolar fue mala, complicada sí, pero mala no. Sigo viva, con eso me basta. Para alguien que ha lidiado con depresión durante tanto tiempo, seguir vivo es destacable. Volviendo al tema. Cuando uno sale del colegio, generalmente, tiene la oportunidad de expandir su "burbuja social" y eso es bueno, creces a tu ritmo y a tu manera, conoces gente distinta a la de tu colegio, gente que te agrade y gente que te desagrade, aprendes a tratar con distintas personalidades y aprendes más sobre ti. Hay muchas cosas que nunca aprenderás en el colegio sino que en el transcurso de tu vida.
Por mi parte, como pasé una vida escolar bastante solidaria tuve que aprender a hacer amigos y conocidos en la universidad. No saben cuántas veces me han dicho rara y menos cuántas he metido la pata y a fondo. Hay cosas que aún me dan vergüenza recordar. Pero es parte del crecer. Y aquí vienen mis 5 años creciendo como persona.
En un lapso de 5 años he aprendido a relacionarme con otros, conocí la muerte de 2 mascotas y 1 familiar muy cercano. Lloré las 3 muertes con el corazón roto. Y mi vida continuó. Continúa. Aprendí también qué tan delicado es el cuerpo, cómo se nublan los sentidos cuando cortas tu propia piel y ves la carne ensangrentada entre un tajo de la piel, conocí en el proceso una sala de urgencias bastante perturbadora y triste. Aun recuerdo lo indiferente que estuve en esa situación, me cerré tanto en mi misma esa vez que no recuerdo exactamente el orden de los sucesos, es extraño, en mi memoria esa noche se volvió un escenario en el que nunca estuve presente mentalmente, estando físicamente presente. Mi brazo es testimonio del hecho. También aprendí a trabajar. Y también algunas leyes de trabajo en Chile. Irónicamente, aprendí que me gustaba atender a público, a pesar de mi personalidad reservada. El tratamiento de la depresión me impulsó a buscar y hacer lo que quiera, a pensar por mí y para mí sin lastimar a los que me rodean. Esto significó que me hiciera responsable de mis acciones y mis palabras. Es demasiado fácil culpar a los demás de tus fracasos y penas aun cuando nadie influyó en ti. Gracias a la muerte de mi abuela, quien fue por lejos más cercana a mi que mi propia madre, comprendí lo importante que era vivir. Mi abuela cuidaba mucho sus palabras y su trato con los demás. Ella vivía según el dicho "si no tienes nada bueno que decir, mejor no hables" y en su funeral lo pude experimentar. Es cierto, ningún muerto es malo, pero lo que experimenté no fueron las palabras lindas de los que fueron a despedirla sino que me di cuenta que los conocía a casi todos por las historias de mi abuela. Ese día me di cuenta de lo fuerte que debió ser mi abuela. Es tan fácil quejarse y criticar a otros, pero (conmigo al menos) ella siempre fue capaz de rescatar lo bueno de las personas. Para mí, una persona depresiva que está más cómoda tirando mierda a otros, fue una revelación. Me di cuenta de lo importante que es tener gente que te conozca, lo importante que es tratarles bien y lo consolador que es para los que están en pleno duelo. Pensé, si algo fuera a pasarme, quisiera que mi familia y amigos me despidan con una sonrisa y que sean capaces de acompañarse en el duelo, que tengan el consuelo de que viví.
Hace pocas semanas intenté salir con alguien, interesarme románticamente. Me siento lo suficientemente estable como para relajarme y confiar en otra persona, y lo hice, pero no pudimos durar, no me di cuenta de la inestabilidad de la otra persona. No digo que él sea una persona débil, al contrario, creo que tiene una fuerza interior impresionante para seguir adelante. Lo que digo es que carga con muchas sombras y por ellas no se permite avanzar. Y me preocupa. De a poco he percibido algunas, pero él nunca se ha tomado el tiempo de contarlas, se le salen como parte de una historia inconclusa. Para que se entienda daré un ejemplo fresco. Conversando le dije que me estaba aburriendo de la relación, no nos vemos, cuando nos vemos es porque yo pregunto y siempre tiene un problema que lo atrasa o lo obliga a cancelar, y no pude decir más, al solo criticar su poca disponibilidad de tiempo me respondió que "no somos compatibles" porque él no tiene tiempo y sacó a flote problemas con sus parejas anteriores. No pude decir más, intenté decirle que no quería que termináramos por un tema de tiempo, pero insistió en que no eramos compatibles. Todo lo discutimos en el chat de WhatsApp. Podría pensar que en realidad no le interesaba, que no me quería lo suficiente y que es un imbécil,pero no puedo, en las pocas semanas que estuvimos juntos me sentí querida, pero me di cuenta que tiene temas inconclusos. Le quise y le quiero, también necesito hablar de frente con él para que me aclare algunas cosas, pero no creo que vuelva a intentarlo, es la segunda vez que termina conmigo porque le teme a ciertos hechos de su pasado y yo no me siento capaz de intentar curarlo como pareja, tal vez como amiga, pero no como pareja. Y tengo que ser honesta conmigo misma, yo también tengo mis propias sombras que intento esconder, estoy estable, pero no sé por cuánto tiempo, puede que en cualquier momento me sienta incapaz de merecer el afecto de otra persona, como me pasó antes. Podría cagarlo más de lo que ya está. Pero hay que ver que pasa.
Eso, fin de esta entrada tan... random. La verdad no sé qué quería escribir, pero al fin lo hice y ordené las ideas en mi cabeza. Muchas gracias por leer, deseo volver a escribir, aunque sea estupideces o cosas sin sentido, y si alguien llegó hasta aquí, si alguien soportó este desorden, quiero agradecerle el tiempo que me dedicó. Si tienes algo que contar, algo que descargar, hazlo, sin miedo ni dudas, puedes hacerlo donde quieras, en una libreta, en Facebook, en WhatsApp o en los comentarios de este blog. Como conozco la necesidad de descargarse quiero prestar este espacio para que los demás puedan. Obviamente voy a terminar leyendo todo lo que se comente en el blog, pero no voy a criticarlo, tal vez responda y comente el asunto, pero siempre con el mismo respeto con el que se leyó mi publicación. Eso es todo, muchas gracias de nuevo por leer y ojalá tengan un buen año nuevo que está a la vuelta de la esquina.
domingo, 26 de julio de 2015
Escena lime. SH, Kanade/Yuu, parte 2/2
Rápidamente, Yuu lo siguió hasta el baño y lo interrogó.
- ¿Qué crees que estás haciendo en mi baño? -con la mano en el pomo lo vio sentarse en el inodoro cerrado.
- Pues como verás sólo me he sentado, pero tengo una erección que calmar, así que si me lo permites... -dijo e hizo un gesto con la cabeza, bastante claro para que saliera.
- Oye, este es mi baño y yo también tengo una erección que tratar -señaló lo obvio.
- Qué pena tu vida, ¿no? Lástima que yo no tengo por qué hacerme cargo de ella.
- ¿Cómo que no si tu fuiste quien la dejó así? No seas idiota y vamos a la cama a terminar lo que empezaste -exigió tomándolo por el brazo.
- ¿Qué crees que estas haciendo, idiota? -el tirón que hizo Yuu lo levantó, provocándolo- ¿Tan desesperado por atención estás, acaso? -su pregunta detuvo a Yuu de inmediato y prendió su rostro.
- ¿Algún problema con eso? -desvió la mirada al preguntar, pero agregó viéndolo a la cara- Si no quisiera un poco de tu atención, no seguiría teniendo esta incómoda erección, ¿no crees?
- No, no lo creo. No sé qué estás pensando, mira que jugar con mis sentimientos y apretar mis rollos -insistió ofendido.
- Pero si te estoy diciendo que eso no era lo que intentaba hacer, yo solo... te estaba tocando... porque me gusta... como se siente...
- Definitivamente -exclamó exasperado- no entiendo qué quieres. ¿Podrías cerrar la puerta al salir? -se volvió a acomodar sobre la tasa del baño y empezó a desabrochar su cinturón y pantalón.
Yuu obedeció. Cerró la puerta detrás de sí, pero en vez de quedarse afuera, se quedó adentro del baño. Aún sonrojado, lo vio sacar su erección y acomodar su mano alrededor.
- Me gustaría un poco de privacidad mientras hago esto, Yuu.
Y empezó a mover su mano lentamente, de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba, suspirando. Yuu lo contempló, sintiendo el calor endurecer más su propia erección.
- ¿De verdad te gusta lo que ves? Mírate cómo estás, no tienes manera de negarlo -dijo para molestarlo, sonriendo con malicia, pero la respuesta que recibió lo dejó en su lugar.
- No, no puedo negarlo, me gusta lo que estoy viendo y me duele un poco no poder tocarlo.
- No puedo ganarte -se quejó echando la cabeza hacia atrás y pronto lo invitó-. Ven, acércate.
Yuu no perdió ni un segundo. Se paró a su lado mientras desabrochaba su pantalón, pero Kanade lo detuvo tomándolo de la mano.
- No, primero tienes que disculparte por haberte burlado de mi -Yuu se quejó, pero de todos modos esperó a que le dijera cómo. Él lo guió hasta que estuviera de pie entre sus piernas y le ordenó-. Ponte de rodillas -lo hizo. Kanade separó más las piernas y se acomodó al borde del inodoro, apuntando su erección a la cara de Yuu-, tómalo con la boca... No me pongas cara de cordero degollado, Yuu. Soy un hombre bruto y si no me dejas claras las cosas con acciones, nunca voy a entender.
Le explicó y esperó, sin dejar de mirarlo intensamente, casi que comiéndoselo. El sonrojo subió hasta sus orejas. No podía creerse lo que Kanade le estaba pidiendo ya que nunca lo habían hecho, pero... una agradable sensación de curiosidad lo invadió.
- Después no digas -le dijo- que no te amo -y empezó la labor.
Con la boca intentó primero tomar la cabeza, pero no la abrió lo suficiente, por lo que terminó sólo acariciándolo con la punta de los labios. Luego repitió el intento, buscando otros ángulos, pero ninguno fue exitoso. Nervioso, se acomodó más cerca y se apoyó en los muslos de Kanade. Lo miró desde ese ángulo y continuó, sólo besando la longitud.
El editor ya estaba emocionado con la escena que se desarrollaba frente a sus ojos, pero su cuerpo deseaba más, recordándole las películas porno que alguna vez vio. Sabía que podía entrar a su boca.
- Vamos, Yuu -lo provocó moviendo su mano por su longitud-, esto no es suficiente, por algo te dije que lo tomaras en tu boca.
- Sabes que esto no es un lollipop, no sé cómo hacerlo...
- Mira, solo tienes que hacer lo que te diga. Te acercas -Yuu siguió las indicaciones-, abres la boca e introduces la punta primero. Más, abre más grande -tomó su cabeza por la nuca y empezó a empujarla hacia él-. Así, perfecto, sigue así, Yuu, y... Ya está, tienes la cabeza en la boca -lo vio de principio a fin, atento a sus labios y la forma que tomaban junto al sonido de la respiración de ambos. Soltó su nuca para acariciar sus mejillas, pero como Yuu retrocedió volvió a sujetarlo en el lugar-. No, mi amor, no hemos terminado. Ahora -se relamió los labios y lo empujó- toca hacerme sentir bien -guió el movimiento sin soltarlo hasta que Yuu tomó la iniciativa.
Cerró los ojos y se relajó contra la taza del inodoro. ¡Qué bien se sentía! Las manos de Yuu se aferraban a él apretando la zona interna de sus muslos; su respiración cosquilleaba su pelvis y unos jadeos escapaban de su garganta. A eso además se le sumaba el masaje a su sexo. Sin embargo, a pesar de sentirse tan bien, aún no era suficiente, algo faltaba.
- Cuidado con los dientes, Yuu... -le dijo y apuró el movimiento de su cabeza.
Yuu obedeció al gesto y lo miró, enfocó sus ojos color cobre en las nubes de Kanade, aprendiendose de memoria las expresiones que provocaba. Y de paso, lo excitó más, al punto de impacientarlo.
- Muy bien -apurado lo empujó para que soltara su erección.
Aun cuando le sorprendió la repentina acción, no ofreció resistencia. Cuando Kanade lo tomó del brazo y se levantó de la taza del inodoro, lo siguió parándose detrás de él. Acto seguido, el editor lo tomó de la cintura y lo giró para luego empujarlo contra la pared del baño.
- Disculpa aceptada -gruñó en su oído-, mucho más que aceptada. Quítate los pantalones, ahora -y ordenó tironeándolos a la vez que se frotaba contra el trasero de Yuu.
- ¡Kanade, espera un momento! -exclamó para llamar su atención, pero el editor no hizo caso.
- Vamos, ¿qué esperas? Si no me ayudas los voy a terminar por romper -le insistió, en efecto estirando la tela, amenazando con lograr que el cierre se rompiera.
Sintiendo esto, Yuu no tardó en bajar el cierre y ayudar a que bajara, primero el pantalón y luego sus boxers.
- Eres un bruto... -se quejó con la voz débil. En el proceso de desnudarlo, el elástico de los boxer se había enganchado en su erección y, por causa de la ansiedad de Kanade, bajado de manera un tanto dolorosa- yo también estoy ansioso, pero no te estoy haciendo daño...
- Perdona, prometo que te lo compensaré pronto -besó su mejilla y lo masturbó brevemente.
Movió su mano a un tranquilo ritmo por la longitud y con el pulgar se preocupó de excitarlo más jugando con la piel, sintiendo el presemen salir.
El cuerpo de Yuu temblaba bajo las caricias. El editor ya conocía cómo tocarlo para derretir su cordura y hacerle olvidar todo lo que los rodeaba, sin embargo, al tener una dura y caliente erección presionarse contra su espalda el asistente no podía dejarse llevar por completo.
- Kanade -le llamó girando la cabeza-, quiero más. No me basta tu mano...
- Yo también quiero más -coincidió, soltando su erección y paseando ambas manos por las caderas de Yuu.
Ambos cerraron los ojos mientras sentían sus pieles frotarse. Adoraban esos momentos de intimidad, sobre todo cuando discutían, eso los hacía sentir más unidos, como si así se conocieran más.
Kanade levantó las caderas de Yuu e hizo ingreso de un dedo, provocando un gutural gemido. No dudó en hacerse espacio.
- Tengo ganas de ti, Yuu.. -susurró en su oído-, muchas ganas -sin esperar introdujo el segundo, poniendo extra cuidado en estirar el anillo de carne-. No puedo esperar más...
- Cállate -ordenó Yuu besándolo para lograr su silencio-. Sólo hazlo.
La sonrisa de Kanade se ensanchó de la lujuria y lo hizo. Retiró los dedos del ano de Yuu y los reemplazó con su desesperado sexo. Las palabras se hicieron pocas. Ambos gimieron de manera contenida hasta que entró la parte grande, se miraron a los ojos y se besaron profundamente. Mantuvieron esa postura por un breve momento hasta que Kanade tomó la decisión. Sin dejar de besarle, movió las caderas, entrando más con cada embestida. Los labios de Yuu se perdieron en su boca. Los mordió a gusto y los lamió para morderlos de nuevo. Un par de minutos después, Kanade se corrió adentro.
- Lo siento, estaba a mi límite -se excusó.
- Kanade... -tomó sus manos y enlazó sus dedos- no me dejes a medias... Yo todavía no...
- Lo sé -interrumpió jadeante-, déjame recuperar el aliento.
Yuu gruñó y Kanade sabía muy bien por qué. Su pareja estaba con esa erección desde que se estaban besando antes de discutir. Por lo mismo, la tomó entre sus manos, sujetando las de Yuu de esa manera y volvió a acariciarle. Aun cuando se quejaba por el método, Yuu no lo huía, por el contrario, movía sus manos en conjunto a las de Kanade.
Pasaron un rato así hasta que Yuu logró correrse, sin embargo, no era suficiente. Salió sólo una pequeña cantidad que lo calmaba, pero seguía erecto.
- No es suficiente... -le oyó quejarse.
Y sin decir más, se volteó, lo tomó por las mejillas y lo besó. Introdujo su lengua en la boca de Kanade para desarmarlo y lo empujó hasta tenerlo sentado en la taza del inodoro. Se subió a sus piernas a la vez que le tocaba la entrepierna.
- ¿Ya recuperaste el aliento, no? -sonrió con malicia- Si no lo enderezas con mi mano, tendré que usar otra parte de ti para satisfacer mis necesidades...
Kanade conocía esa sonrisa y esas palabras. Significaba que si no le hacía caso, la mañana siguiente le sería dolorosa.
FIN (de esta escena).
sábado, 20 de junio de 2015
Escena lime. SH, Kanade/Yuu, parte 1
De alguna manera, completamente extraña para su cordura, las manos que sobaban su trasero le excitaban lo suficiente como para causar dolor en su ignorada delantera. Deseoso, lo tomó por la nuca con una mano y con la otra lo abrazó por la cintura, uniendo sus labios en un apasionado beso y chocando sus entrepiernas. Su pareja no pareció incomodarse con el duro bulto, incluso gruñó de placer mientras frotaba sus cuerpos.
- Yuu... -suspiró su nombre entre besos- te amo tanto, Yuu...
Y el castaño le correspondió.
- Yo también te amo... Te amo, Mino-san.
Los dedos tantearon la piel hasta tener la confianza de incluir las palmas y deshacerse de la ropa, sin embargo, cuando ambos torsos se enfrentaron al desnudo, detuvieron sus muestras de afecto por un momento para contemplarse el uno al otro.
Kanade intentó aferrarse al cuerpo de Yuu, sosteniéndolo por los brazos, mientras este último contemplaba su figura. Colocó una mano sobre su pecho y lentamente lo fue conociendo.
- Estás blando... -murmuró más para sí mismo que para Kanade.
- Pues claro, mi trabajo consume mucho tiempo y mucha energía. No tengo tiempo para ejercitarme... ¿Te molesta acaso? -le respondió con evidente molestia en la voz, y por supuesto en su rostro.
Yuu contempló su cuerpo por un breve rato antes de responderle.
- No, en absoluto, sólo comentaba... -de inmediato lo volvió a besar, lenta y profundamente, aferrándose a su cintura y apretando el rollito de sedentarismo que Kanade tenía.
- Tu quieres hacerme enojar... -gruñó separándose de Yuu.
- Solo provocarte un poco... -volvió a acercarse para besarlo, pero Kanade se lo negó-. ¿Te enojaste de verdad?
- Te estás burlando de mi, es obvio que me molestaría.
Kanade se distanció para recoger su polera del suelo y rápidamente se la empezó a poner.
- Espera, ¿qué estás haciendo?
- Me visto porque me voy, se me fueron las ganas de hacerlo contigo.
- ¿Qué? No puedes estar hablando en serio...
- ¿Qué quieres que te diga? Contigo burlándote de mi cuerpo se me fueron las ganas de hacerlo.
- Pero no me estaba burlando de ti, por el contrario, yo sólo... -se quedó sin palabras, no sabía cómo hablar de su fetiche sin sentirse como todo un pervertido.
- Lo que digas. Mira, voy a usar tu baño un rato y luego me voy -dijo haciendo lo dicho.
- Espera, ¿qué?
lunes, 2 de septiembre de 2013
martes, 20 de agosto de 2013
¿Qué importa si somos algo más?
Resumen: Gracias a un perro, León conoció a su polo opuesto, pero que a su vez era completamente compatible con él. Una amistad tan simple, pero a la vez tan unida que cuando llega el minuto de la verdad, ninguno de los dos parece perturbarse por sus actos.
lunes, 27 de mayo de 2013
"Sacame la chucha, a ver si así el miedo y el dolor físico me quita esta angustia."
Sacame la chucha, a ver si así el miedo y el dolor físico me quita esta angustia.
Cada que leo esa frase me pongo a pensar y me pregunto "¿Por qué, si te sientes mal, te ofrecen una bofetada?", simplemente no lo entiendo. Durante mis casi 20 años de vida me he dado cuenta que es una oferta bastante común, pero que en lo personal hace mucho daño.
Me acuerdo que hasta hace unos... ¿tres años, tal vez?, cada que me ponía a llorar, rogaba al cielo que me anulara los sentimientos. A veces tenía un buen día con unos conocidos y volvía super feliz a la casa, pero cada que sucedía eso, cada que me sentía así de feliz, terminaba deprimida. Siempre, siempre, algo sucedía, algo por lo cual bajar la cabeza, algo por lo cual reprimir las emociones, algo para que cuando me encontrara a solas recordara el lindo día que había pasado y viera lo negro que había terminado. En lo personal, cada que me pasaba eso sentía que mi existencia no es compatible con el mundo. Si sé que ese pensamiento es uno muy amargo, pero es difícil controlarlo, es demasiado triste que esos momentos que te llenaron el corazón de luz se vean opacados por esa negra nube.
"Después de la tormenta, viene el sol", dicen...
Ya ni sé que tan cierto sea eso, pareciera que mi sol está opacado por una constante neblina, es como si la tormenta fuese enorme, pero con unos pequeños quiebres que me abrigan, unos que supongo son demasiado pequeños, digo, porque rápidamente vuelvo a sentirme mal y pierdo el interés en el día a día.
Decir que ya no me interesa el mundo o la vida, ¿es algo egoísta y digno de una niña caprichosa?
¿Qué hago con mi vida? es una pregunta muy recurrente ultimamente en mi cabeza. No me interesa el mundo y estoy llegando a un punto en el cual veo que no vale la pena continuar con esta molesta vida, después de todo, nacimos para morir, nada de lo que hacemos en vida lo llevaremos con nosotros a la muerte. Por lo mismo dicen que hay que disfrutar la vida y el día a día, supongo que así uno justifica su existencia. Pero ¿qué pasa si no disfrutas la vida y el día a día?, ¿qué pasa si no lo haces, no porque no quieras, sino porque no puedes?, ¿acaso tienes que seguir viviendo la vida y soportar el día a día que sólo te hace llorar más?
"Después de la tormenta, viene el sol", vuelve la frasecita. ¿Alguien puede explicarme entonces cuándo se acabará la tormenta?, porque al menos a mi, ya me está dejando sin fuerzas.
¿Por qué nací?, ¿por qué existo?, ¿soy necesaria?, ¿afectará en algo mi existencia o puedo echarme a morir de una vez por todas?
Soy joven, dicen. Por ende, es muy probable que estas dudas existenciales sean obra de las hormonas adolescente, a pesar de tener estas mismas preguntas en mi cabeza desde que tengo memoria...
Pero soy adulta, también dicen según mi edad. Por ende, yo tomo las decisiones, yo decido. Aunque siempre tengo que esperar la aprovación de alguien...
No puedo evitar sentirme sola en esto, claro que hay gente que me escucha y me intenta ayudar (sobre todo ahora), pero ellos no entienden... Ellos no saben qué es cargar con todo esto en la cabeza. Agradezco su ayuda, sonrío a sus consejos e intento aplicar sus palabras a mi vida, pero cada que los intento compatibilizar con mi vida, veo que no encajan, que son inútiles.
Pero claro, entre tanta amabilidad, aún hay algunos que me ofrecen bofetadas... Y no sé qué pretenden con eso, en vez de re animarme me amargan más. Por eso he llegado a pensar "Sacame la chucha. A ver si el miedo y el dolor físico me quita esta angustia". Pues, es obvio temerle al dolor, es normal sentir miedo, pero ¿acaso es así como se arreglan las cosas, a golpes y/o bofetadas?
Simplemente no lo entiendo... Si así fuesen las cosas, ¿por qué no simplemente me dejas morir? También es una solución, una violenta, pero una al fin y al cabo.
Entonces... desde aquí, después de escribir esto... me pregunto...
¿De verdad seré tan egoísta sólo por no hallar la forma de disfrutar la vida...?