lunes, 28 de febrero de 2011

El Último Primer Día

Hoy, lunes 28 de febrero de año 2011, es un día muy interesante para mi. Creo que se preguntarán el por qué. Para ser honesta, no estoy muy segura de cómo describirselos, creo que empezaré explicando que día es mañana...
Mañana, martes 1 de marzo del año 2011, es mi último primer día de clases. Sí, estoy en cuarto medio ( D= aún me trauma un poco esa palabra xD). Si lo pienso fríamente me digo "sí, mañana empieza la preparación al fín de esta estapa de mi vida"; si lo pienso como mi yo natural sería algo así como "¡¡Bien!! ¡¡Al fín llegó este día. No, este año tan glorioso!! ¡¡Al fín FAREWELL a este maldito colegio!!"; pero si lo pienso de verdad, con mi corazón y sentimientos reales me doy cuenta de esto:
Tal véz no fui muy feliz aquí, pero... sigue siendo el lugar donde pasé casi toda mi infancia (la cual con suerte recuerdo). Aquí hay tanto como tristes y alegres momentos (me cuesta reconocerlo, pero creo por allí hay alguno...). Aquí tuve mis PRIMEROS mejores amigos y aquí los perdí, sea porque no les gustaba el colegio, porque no les iba muy bien o símplemente porque el destino así lo quiso.
Mi vida a girado siempre entorno a este lugar, es increible que en menos de un año podré al fín ser libre e intentar seguir con mi vida para bien. Aquí me auto-contuve, es por eso que nunca pude disfrutarlo, tal vez es porque no me quería arriesgar a perder amigos Pero no soy una isla, no importa cuanto lo intente siempre me encuentro necesitada de gente.
ÉSTE año... éste es el año de mi última oportunidad... mi última oportunidad para hacer las cosas bien... mi última oportunidad para crear recuerdos, para crearme un rincón en el corazón de todos para que no me olviden o recuerden con malos sentimientos. No hay nadie de mi curso a quien odie, tampoco es que los ame a todos, obvio eso es casi imposible. Pero sacando las cuentas me di cuenta... de que hay mucha gente a la que tal vez extrañe. Algunos no son muy cercanos, pero ahora creo que son personas con las cuales no me molestaría volver a ver, incluso ¡me encantaría verlas!
No importa cómo cambie mi vida porque gran parte de ella se formó aquí, en este colegio donde hay personas que aprecio, tanto profesores como alumnos, tanto compañeros de curso como los de otros cursos.
Me mostraré indiferente porque no quiero que nadie vea cómo me afecta esto, pero me aseguraré de ser solamente yo quien lo sepa. Después de todo me gusta hacerme la ruda e indifente ante todo jaja.

Todo eso lo refleccioné anoche, es extraño este sentimiento... pero así es la vida y no sé, no quiero perderme nada ahora.

sábado, 26 de febrero de 2011

Noches de Verano

-¡Sorpresa! ¡Sorpresa! -dijo con mucha energía la muchacha. Notó que su amiga ni se movió y que miraba el cielo- ¿Qué es lo que miras? ¿El cielo?.
Levantó su cabeza intentado descubrir algo interesante, pero nada, lo único que ve es el techo de la habitación de su amiga. Se sentó al lado de ella, quien permanecía recostada sobre su cama.
-Perdóname, pero no puedo ver nada. Dime ¿cómo has estado?.
El silencio prevaleció después de esa pregunta.
-¿Acaso estás durmiendo, pero con los ojos abiertos?
Miró a su amiga esperando que hiciera algo. Finalmente decidió despertarla tocandola suavemente por el brazo, pero algo la hizo deternerse.
-Te envidio, yo estoy muerta de calor y tu te sientes tan fría...
Volvió a mirar el el techo esperando poder encontrar algo interesante. Lo único que podía ver era el gastado de la pintura que se descarcaraba. Estiró su mano para tocar la parte más despegada arrepintiendose cuando todo el pedazo calló. Asustada miró a su amiga esperando verla despertar, pero nada, ni parecia respirar.
Frustrada ante la actitud de su amiga se acercó al agujero que quedó. Para su sorpresa descubrió el cielo. El agujero era lo suficientemente grande como para permitirle sacar la cabeza por él. El cielo estaba oscuro, ninguna estrella era visible, pero la luna inundaba el lugar de una dulce y fuerte luz blanca. "Tan redonda y tan hermosa" pensó la muchacha con los ojos brillantes.
Rápidamente agrandó el agujero para poder acomodarse bien. Una vez que terminó se acercó a su amiga y samarreandola le dijo:
-¡Mira! ¡Mira! ¡Es la luna, está llena! Tienes que ver como ilumina todo a su alcanze, vamos despierta.
Su amiga no respondió, solo mantuvo su fría mirada sobre lo que quedaba del techo. Los ojos de la muchacha se llenaron de lágrimas, pero con mucho esfuerzo logró contenerlas hasta que escuchó un susurro:
-Perdóname.