domingo, 26 de julio de 2015

Escena lime. SH, Kanade/Yuu, parte 2/2

Rápidamente, Yuu lo siguió hasta el baño y lo interrogó.
- ¿Qué crees que estás haciendo en mi baño? -con la mano en el pomo lo vio sentarse en el inodoro cerrado.
- Pues como verás sólo me he sentado, pero tengo una erección que calmar, así que si me lo permites... -dijo e hizo un gesto con la cabeza, bastante claro para que saliera.
- Oye, este es mi baño y yo también tengo una erección que tratar -señaló lo obvio.
- Qué pena tu vida, ¿no? Lástima que yo no tengo por qué hacerme cargo de ella.
- ¿Cómo que no si tu fuiste quien la dejó así? No seas idiota y vamos a la cama a terminar lo que empezaste -exigió tomándolo por el brazo.
- ¿Qué crees que estas haciendo, idiota? -el tirón que hizo Yuu lo levantó, provocándolo- ¿Tan desesperado por atención estás, acaso? -su pregunta detuvo a Yuu de inmediato y prendió su rostro.
- ¿Algún problema con eso? -desvió la mirada al preguntar, pero agregó viéndolo a la cara- Si no quisiera un poco de tu atención, no seguiría teniendo esta incómoda erección, ¿no crees?
- No, no lo creo. No sé qué estás pensando, mira que jugar con mis sentimientos y apretar mis rollos -insistió ofendido.
- Pero si te estoy diciendo que eso no era lo que intentaba hacer, yo solo... te estaba tocando... porque me gusta... como se siente...
- Definitivamente -exclamó exasperado- no entiendo qué quieres. ¿Podrías cerrar la puerta al salir? -se volvió a acomodar sobre la tasa del baño y empezó a desabrochar su cinturón y pantalón.
Yuu obedeció. Cerró la puerta detrás de sí, pero en vez de quedarse afuera, se quedó adentro del baño. Aún sonrojado, lo vio sacar su erección y acomodar su mano alrededor.
- Me gustaría un poco de privacidad mientras hago esto, Yuu.
Y empezó a mover su mano lentamente, de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba, suspirando. Yuu lo contempló, sintiendo el calor endurecer más su propia erección.
- ¿De verdad te gusta lo que ves? Mírate cómo estás, no tienes manera de negarlo -dijo para molestarlo, sonriendo con malicia, pero la respuesta que recibió lo dejó en su lugar.
- No, no puedo negarlo, me gusta lo que estoy viendo y me duele un poco no poder tocarlo.
- No puedo ganarte -se quejó echando la cabeza hacia atrás y pronto lo invitó-. Ven, acércate.
Yuu no perdió ni un segundo. Se paró a su lado mientras desabrochaba su pantalón, pero Kanade lo detuvo tomándolo de la mano.
- No, primero tienes que disculparte por haberte burlado de mi -Yuu se quejó, pero de todos modos esperó a que le dijera cómo. Él lo guió hasta que estuviera de pie entre sus piernas y le ordenó-. Ponte de rodillas -lo hizo. Kanade separó más las piernas y se acomodó al borde del inodoro, apuntando su erección a la cara de Yuu-, tómalo con la boca... No me pongas cara de cordero degollado, Yuu. Soy un hombre bruto y si no me dejas claras las cosas con acciones, nunca voy a entender.
Le explicó y esperó, sin dejar de mirarlo intensamente, casi que comiéndoselo. El sonrojo subió hasta sus orejas. No podía creerse lo que Kanade le estaba pidiendo ya que nunca lo habían hecho, pero... una agradable sensación de curiosidad lo invadió.
- Después no digas -le dijo- que no te amo -y empezó la labor.
Con la boca intentó primero tomar la cabeza, pero no la abrió lo suficiente, por lo que terminó sólo acariciándolo con la punta de los labios. Luego repitió el intento, buscando otros ángulos, pero ninguno fue exitoso. Nervioso, se acomodó más cerca y se apoyó en los muslos de Kanade. Lo miró desde ese ángulo y continuó, sólo besando la longitud.
El editor ya estaba emocionado con la escena que se desarrollaba frente a sus ojos, pero su cuerpo deseaba más, recordándole las películas porno que alguna vez vio. Sabía que podía entrar a su boca.
- Vamos, Yuu -lo provocó moviendo su mano por su longitud-, esto no es suficiente, por algo te dije que lo tomaras en tu boca.
- Sabes que esto no es un lollipop, no sé cómo hacerlo...
- Mira, solo tienes que hacer lo que te diga. Te acercas -Yuu siguió las indicaciones-, abres la boca e introduces la punta primero. Más, abre más grande -tomó su cabeza por la nuca y empezó a empujarla hacia él-. Así, perfecto, sigue así, Yuu, y... Ya está, tienes la cabeza en la boca -lo vio de principio a fin, atento a sus labios y la forma que tomaban junto al sonido de la respiración de ambos. Soltó su nuca para acariciar sus mejillas, pero como Yuu retrocedió volvió a sujetarlo en el lugar-. No, mi amor, no hemos terminado. Ahora -se relamió los labios y lo empujó- toca hacerme sentir bien -guió el movimiento sin soltarlo hasta que Yuu tomó la iniciativa.
Cerró los ojos y se relajó contra la taza del inodoro. ¡Qué bien se sentía! Las manos de Yuu se aferraban a él apretando la zona interna de sus muslos; su respiración cosquilleaba su pelvis y unos jadeos escapaban de su garganta. A eso además se le sumaba el masaje a su sexo. Sin embargo, a pesar de sentirse tan bien, aún no era suficiente, algo faltaba.
- Cuidado con los dientes, Yuu... -le dijo y apuró el movimiento de su cabeza.
Yuu obedeció al gesto y lo miró, enfocó sus ojos color cobre en las nubes de Kanade, aprendiendose de memoria las expresiones que provocaba. Y de paso, lo excitó más, al punto de impacientarlo.
- Muy bien -apurado lo empujó para que soltara su erección.
Aun cuando le sorprendió la repentina acción, no ofreció resistencia. Cuando Kanade lo tomó del brazo y se levantó de la taza del inodoro, lo siguió parándose detrás de él. Acto seguido, el editor lo tomó de la cintura y lo giró para luego empujarlo contra la pared del baño.
- Disculpa aceptada -gruñó en su oído-, mucho más que aceptada. Quítate los pantalones, ahora -y ordenó tironeándolos a la vez que se frotaba contra el trasero de Yuu.
- ¡Kanade, espera un momento! -exclamó para llamar su atención, pero el editor no hizo caso.
- Vamos, ¿qué esperas? Si no me ayudas los voy a terminar por romper -le insistió, en efecto estirando la tela, amenazando con lograr que el cierre se rompiera.
Sintiendo esto, Yuu no tardó en bajar el cierre y ayudar a que bajara, primero el pantalón y luego sus boxers.
- Eres un bruto... -se quejó con la voz débil. En el proceso de desnudarlo, el elástico de los boxer se había enganchado en su erección y, por causa de la ansiedad de Kanade, bajado de manera un tanto dolorosa- yo también estoy ansioso, pero no te estoy haciendo daño...
- Perdona, prometo que te lo compensaré pronto -besó su mejilla y lo masturbó brevemente.
Movió su mano a un tranquilo ritmo por la longitud y con el pulgar se preocupó de excitarlo más jugando con la piel, sintiendo el presemen salir.
El cuerpo de Yuu temblaba bajo las caricias. El editor ya conocía cómo tocarlo para derretir su cordura y hacerle olvidar todo lo que los rodeaba, sin embargo, al tener una dura y caliente erección presionarse contra su espalda el asistente no podía dejarse llevar por completo.
- Kanade -le llamó girando la cabeza-, quiero más. No me basta tu mano...
- Yo también quiero más -coincidió, soltando su erección y paseando ambas manos por las caderas de Yuu.
Ambos cerraron los ojos mientras sentían sus pieles frotarse. Adoraban esos momentos de intimidad, sobre todo cuando discutían, eso los hacía sentir más unidos, como si así se conocieran más.
Kanade levantó las caderas de Yuu e hizo ingreso de un dedo, provocando un gutural gemido. No dudó en hacerse espacio.
- Tengo ganas de ti, Yuu.. -susurró en su oído-, muchas ganas -sin esperar introdujo el segundo, poniendo extra cuidado en estirar el anillo de carne-. No puedo esperar más...
- Cállate -ordenó Yuu besándolo para lograr su silencio-. Sólo hazlo.
La sonrisa de Kanade se ensanchó de la lujuria y lo hizo. Retiró los dedos del ano de Yuu y los reemplazó con su desesperado sexo. Las palabras se hicieron pocas. Ambos gimieron de manera contenida hasta que entró la parte grande, se miraron a los ojos y se besaron profundamente. Mantuvieron esa postura por un breve momento hasta que Kanade tomó la decisión. Sin dejar de besarle, movió las caderas, entrando más con cada embestida. Los labios de Yuu se perdieron en su boca. Los mordió a gusto y los lamió para morderlos de nuevo. Un par de minutos después, Kanade se corrió adentro.
- Lo siento, estaba a mi límite -se excusó.
- Kanade... -tomó sus manos y enlazó sus dedos- no me dejes a medias... Yo todavía no...
- Lo sé -interrumpió jadeante-, déjame recuperar el aliento.
Yuu gruñó y Kanade sabía muy bien por qué. Su pareja estaba con esa erección desde que se estaban besando antes de discutir. Por lo mismo, la tomó entre sus manos, sujetando las de Yuu de esa manera y volvió a acariciarle. Aun cuando se quejaba por el método, Yuu no lo huía, por el contrario, movía sus manos en conjunto a las de Kanade.
Pasaron un rato así hasta que Yuu logró correrse, sin embargo, no era suficiente. Salió sólo una pequeña cantidad que lo calmaba, pero seguía erecto.
- No es suficiente... -le oyó quejarse.
Y sin decir más, se volteó, lo tomó por las mejillas y lo besó. Introdujo su lengua en la boca de Kanade para desarmarlo y lo empujó hasta tenerlo sentado en la taza del inodoro. Se subió a sus piernas a la vez que le tocaba la entrepierna.
- ¿Ya recuperaste el aliento, no? -sonrió con malicia- Si no lo enderezas con mi mano, tendré que usar otra parte de ti para satisfacer mis necesidades...
Kanade conocía esa sonrisa y esas palabras. Significaba que si no le hacía caso, la mañana siguiente le sería dolorosa.

FIN (de esta escena).

sábado, 20 de junio de 2015

Escena lime. SH, Kanade/Yuu, parte 1

De alguna manera, completamente extraña para su cordura, las manos que sobaban su trasero le excitaban lo suficiente como para causar dolor en su ignorada delantera. Deseoso, lo tomó por la nuca con una mano y con la otra lo abrazó por la cintura, uniendo sus labios en un apasionado beso y chocando sus entrepiernas. Su pareja no pareció incomodarse con el duro bulto, incluso gruñó de placer mientras frotaba sus cuerpos.
- Yuu... -suspiró su nombre entre besos- te amo tanto, Yuu...
Y el castaño le correspondió.
- Yo también te amo... Te amo, Mino-san.
Los dedos tantearon la piel hasta tener la confianza de incluir las palmas y deshacerse de la ropa, sin embargo, cuando ambos torsos se enfrentaron al desnudo, detuvieron sus muestras de afecto por un momento para contemplarse el uno al otro.
Kanade intentó aferrarse al cuerpo de Yuu, sosteniéndolo por los brazos, mientras este último contemplaba su figura. Colocó una mano sobre su pecho y lentamente lo fue conociendo.
- Estás blando... -murmuró más para sí mismo que para Kanade.
- Pues claro, mi trabajo consume mucho tiempo y mucha energía. No tengo tiempo para ejercitarme... ¿Te molesta acaso? -le respondió con evidente molestia en la voz, y por supuesto en su rostro.
Yuu contempló su cuerpo por un breve rato antes de responderle.
- No, en absoluto, sólo comentaba... -de inmediato lo volvió a besar, lenta y profundamente, aferrándose a su cintura y apretando el rollito de sedentarismo que Kanade tenía.
- Tu quieres hacerme enojar... -gruñó separándose de Yuu.
- Solo provocarte un poco... -volvió a acercarse para besarlo, pero Kanade se lo negó-. ¿Te enojaste de verdad?
- Te estás burlando de mi, es obvio que me molestaría.
Kanade se distanció para recoger su polera del suelo y rápidamente se la empezó a poner.
- Espera, ¿qué estás haciendo?
- Me visto porque me voy, se me fueron las ganas de hacerlo contigo.
- ¿Qué? No puedes estar hablando en serio...
- ¿Qué quieres que te diga? Contigo burlándote de mi cuerpo se me fueron las ganas de hacerlo.
- Pero no me estaba burlando de ti, por el contrario, yo sólo... -se quedó sin palabras, no sabía cómo hablar de su fetiche sin sentirse como todo un pervertido.
- Lo que digas. Mira, voy a usar tu baño un rato y luego me voy -dijo haciendo lo dicho.
- Espera, ¿qué?