sábado, 20 de junio de 2015

Escena lime. SH, Kanade/Yuu, parte 1

De alguna manera, completamente extraña para su cordura, las manos que sobaban su trasero le excitaban lo suficiente como para causar dolor en su ignorada delantera. Deseoso, lo tomó por la nuca con una mano y con la otra lo abrazó por la cintura, uniendo sus labios en un apasionado beso y chocando sus entrepiernas. Su pareja no pareció incomodarse con el duro bulto, incluso gruñó de placer mientras frotaba sus cuerpos.
- Yuu... -suspiró su nombre entre besos- te amo tanto, Yuu...
Y el castaño le correspondió.
- Yo también te amo... Te amo, Mino-san.
Los dedos tantearon la piel hasta tener la confianza de incluir las palmas y deshacerse de la ropa, sin embargo, cuando ambos torsos se enfrentaron al desnudo, detuvieron sus muestras de afecto por un momento para contemplarse el uno al otro.
Kanade intentó aferrarse al cuerpo de Yuu, sosteniéndolo por los brazos, mientras este último contemplaba su figura. Colocó una mano sobre su pecho y lentamente lo fue conociendo.
- Estás blando... -murmuró más para sí mismo que para Kanade.
- Pues claro, mi trabajo consume mucho tiempo y mucha energía. No tengo tiempo para ejercitarme... ¿Te molesta acaso? -le respondió con evidente molestia en la voz, y por supuesto en su rostro.
Yuu contempló su cuerpo por un breve rato antes de responderle.
- No, en absoluto, sólo comentaba... -de inmediato lo volvió a besar, lenta y profundamente, aferrándose a su cintura y apretando el rollito de sedentarismo que Kanade tenía.
- Tu quieres hacerme enojar... -gruñó separándose de Yuu.
- Solo provocarte un poco... -volvió a acercarse para besarlo, pero Kanade se lo negó-. ¿Te enojaste de verdad?
- Te estás burlando de mi, es obvio que me molestaría.
Kanade se distanció para recoger su polera del suelo y rápidamente se la empezó a poner.
- Espera, ¿qué estás haciendo?
- Me visto porque me voy, se me fueron las ganas de hacerlo contigo.
- ¿Qué? No puedes estar hablando en serio...
- ¿Qué quieres que te diga? Contigo burlándote de mi cuerpo se me fueron las ganas de hacerlo.
- Pero no me estaba burlando de ti, por el contrario, yo sólo... -se quedó sin palabras, no sabía cómo hablar de su fetiche sin sentirse como todo un pervertido.
- Lo que digas. Mira, voy a usar tu baño un rato y luego me voy -dijo haciendo lo dicho.
- Espera, ¿qué?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenten sin miedo y sin pelos en la lengua :D