Aunque te habra mi corazón, tu nunca lo entenderás. Todas estas lágrimas que derramé y sigo derramando por ti están tan frescas en mis manos que el dolor se hace presente todos lo días. ¿Qué manera más cruel de vivir es esta? Amarte tanto me seca, me agota y lo único que puedo hacer es pegar mis rodillas a mi pecho y sostenerlas firmemente con mis brazos mientras escondo mi rostro.
¿Pordrás algún día corresponder a mis sentimientos? ¿Puedo acaso seguir permitiendome el amarte? Ya estoy cansada, tan cansada que a veces dudo de pueda ver el amanecer pronto.